Hostal Serrasolses - Vidrà, Girona

Victor Muñoz Valera

Familiar, comida totalmente casera, menú de 15€ con una gran calidad.uy recomendable. Una gran atención y muy recomendable. Nos ha sorprendido muy gratamente el conocimiento que tenían del gluten, no hubo ningún problema y se adaptaron perfectamente. Ya hemos ido varias veces y volveremos.

SALVADOR Visa

Hostal regentado por la familia Serrasolses en Vidrà.Cocina sin pretensiones con productos de proximidad.El resultado es comida casera a un precio excepcional.El entorno se presta para hacer alguna de las caminatas por los alrededores que estan bien indicadas.Tambien cuenta con habitaciones para pernoctar.No perderse el excelente desayuno con embutidos variados de la zona.

Josep Creus

Comida de muy buena calidad. Los embutidos riquísimos y el cordero de los mejores que he comido. Recomendamos el helado de biscuit típico del lugar. Muy bien servidos en un ambiento muy agradable. Pena que estemos tan lejos.

Vicenç Lladó Flórez

Voy por partes:

La localización del lugar me parece lo mejor, pues el pueblo nos pareció encantador, y desde el cuál podemos hacer buenos paseos.

En lo que respecta al hostal, a mi parecer cumple con la relación calidad/precio; aún así, trataría de mejorar la insonorización de las habitaciones, pues el sonido de la tv de alguna recámara vecina me llegaba mucho.

La comida, por el precio pagado, aceptable, sin más. Ni en cantidad ni en calidad. Ni es "como se hacía antes" ni es opulencia. Las patatas mal fritas y oleosas, la ensalada sin ninguna gracia, el lomo requemado. Al postre de "mel y mató" sí le encontré la gracia por el aroma de la miel. El desayuno, bastante pobre. Insisto, no me importó mucho porque no me pareció un lugar caro y no íbamos allí en plan delicatessen.

Lo que sí me molesta y es motivo de esta revisión/crítica es el mal servicio. Una camarera, que por las fotos deduje que era de la familia, era verdaderamente penoso tratar con ella. No puede ser que, después de habiendo contado estos detalles que he contado y de dar una propina en el pago final, la única respuesta fuera un "vale", ni un "gracias" o tan siquiera un "adiós, vuelvan pronto". No había una actitud de servir, había una apatía generalizada (alguna que otra de las camareras sí parecía tener un poco más de humildad, pero sin llegar a encontrar una sonrisa, incluso cuando nosotros éramos súper agradecidos para el pésimo servicio que recibíamos).
Intuyo que esta crítica no será leída por los responsables del hostal y/o seguramente quedará como una crítica más, o "en internet ya se sabe, la gente dice lo que quiere". Si no es así y lo toman constructivamente, les recordaría que ustedes viven de sus clientes, que al cliente hay que tratarlo bien sin hacerle sentir que le estás haciendo un favor con esas actitudes pasivo-agresivas.
Por Dios, si hasta me miraron mal cuando pedí la clave del wi-fi (cosa que es el primer lugar que me encuentro que no está expuesta en la habitación).

Gracias.

Carlos Alonso

Hoy he disfrutado de un almuerzo espectacular.... Joan y familia son muy muy amables y la comida estaba buenísima. Las mandonguillas un 10. Os lo recomiendo 100 %

aaron flotats

Comida muy buena y a buen precio, pero trato mejorable, la mayoría de personal muy amable sin embargo había una señora que nos trató diferente que a la gente del pueblo.

Vlaicu Cenan

Fuimos alli a comer. Esta en Vera. Hemos comido muy bien y a un precio muy accesible. Tienen dos tipos de menu y una carta muy amplia .
Comida. 5
Servicio. 5
Personal. 5
Precio. 5
Hemos salido muy contentos .
Aaa....una cosa que no he visto en ningun restaurante (ni en pandemia); limpiar los asientos despues de cada cliente. 5 mas.
Al final el dueño se ha pasado a saludarnos y a preguntar si todo ha sido bien. Un detalle.
Es un negocio familiar que en 2022 ha cumplido 100 años.
Felicidades y 100años mas!

Sole Urcelay

Este lugar lo conocí hace 10 años , como poco, a través de unas amigas que lo visitaban desde hace años, y he vuelto 2 veces cada año. Con 101 años de historia y atendido por herederos de la familia original. De esos lugares que ya no quedan. Para alojarse, son unas habitaciones espaciosas, sencillas pero muy acogedoras, con baño amplio y cómodo. Con ascensor para personas con dificultad por escaleras. Luego está lo que más llama la atención del hostal: LA COMIDA!!! No puede ser mejor en calidad precio. Comida deliciosa y variada, con gran variedad y especialidades propias, como las patatas enmascaradas del Arc de la Creu, no las de Olot, como ellos dicen...
Tienen menú de semana y fin de semana para comer y cenar. Y se puede hacer alojamiento con media pensión o pensión completa, que son muuuuy convenientes. También va mucha gente solo para comer y pasear. El personal bastante amable.
El pueblo donde se sitúa, Vidrà, es precioso, pequeño, limpio, muy tranquilo, para relajarse. De campo total, con vacas y caballos por doquier. Para ir con familia o en pareja. Vía muy concurrida por ciclistas y motociclista. Con muchas rutas cercanas para caminar con baja dificultad, como El Salt del molí, un lugar precioso
Vamos, más que recomendable.